
Hace frío, un aire helado que te destiempla, el laooconte esta cerrado, me hubiese gustado tomarme un poleo allí y acordarme de ti. Cada dos por tres maldigo haberme dejado el gorro en casa. es un gorro absolutamente normal, de propaganda, medio roto por mi culpa al querer quitarle la etiqueta de la marca que gasta. Es un gorro que me ragalaste mientras navegábamos en el ZX hasta la otra Cara Lunar, un gorro de dos posiciones, de dos colores que, cuando lo miro esta absolutamente colmado de sensaciones placenteras.
Intento olvidarme del gorro y del frío pero es dificil, deprisa andamos hasta el cajero que está en la plaza del pilar y veo unos puestos, en uno de ellos de lee: "Cristal Checo". Mi mente simple, cree que se trata de copas, vasos, vajilla. Más tarde, mi hemana me explicara entre risas y collejas imaginarias, que se trata de joyas hechas de ese cristal, yo tambien me precato de ello al ver que en el puesto no hay copas, vasos, platos de cristal...
Pero eso fue después, antes vamos a Zara, me he empeñado en comprarme una blusa como la del que toca el hamond de los Sunday Drivers, y me mente simple cree que en zara hay.
Casi casi, hay una que se parece pero es semitransparente, pero no. Me pruebo otras dos pero no me veo y no me ven, yo la quiero con rayas negras y verde oscuro. hay otra que se parece pero no hay de mi talla, vaya mierda.
De todas formas mi hemana hace la carga: Blusas, pantalones, una falda. es curioso pero en la seccion de chicas veo las blusas que me gustaban, solo que con mucho escote y un tanto raras de cintura. Tambien veo una camisa retro chula que te cagas pero tambien de chica. Mi hermana me dice que tengo unos gustos muy raros, yo sonrío y me digo que no sabe bien lo que me gusta perderme entre tus piernas e indagar con mi lengua todos los recodos de tu Toto; la sonrisa se me ensancha.
Salimos de Zara, vamos a Springfield por si acaso pero nada, solo el pijama ese del que te hablé una vez, ¿y como voy a salir de fiesta en pijama? Me cago en diez. Vamos a Sfera y Factory, nada de nada, esta visto que me quedo sin mi camisa a rayas horizontales verdes y negras.
Nos acercamos entonces a los puestos de cristal Checo, descubro lo que dije antes, vemos cosas y me quedo prendado de un calendario azteca, lo compro, es el de la foto; el vendedor me dice que tiene mas cosas y yo le respondo que lo sé, pero que me conformo con el calendario azteca. Mi hermana me advierte.
"No compres el verde compra el otro". Yo le pregunto de que color es, porque creo que es ocre, pero ella me dice que es tostado y yo con los colores no me llevo bien. Todavía no sé de que color es mi coche.
Pues eso, compro el calendario, en estos momentos le acabo de echar una mirada. Me gusta, ya solo me falta un cuadro de la Monroe o la Herburm para que esta habitación complazca mis sentidos tanto como tus besos, aunque en el fondo sé que eso es imposible.
Al salir de la Plaza del Pilar, pasamos por el ayuntamiento, yo me iba para un sitio y mi hemana para otro, ya me había equivocado de dirección, por ahí no estaba el coche. Muy cierto, iba haca una heladería donde ponen la horchata más rica del mundo. Antes de que mi hemana dijese que me había equivocado, se me acabo el frío, y me salio una sonrisa al pensar, que en esa heladeria, descubrí que dentro de mi estomago vivían picachus que me inflaban a descargas cada vez que me sonreías.
Luego, compramos pasteles para las niñas, una peluca, un paraguas, en una rotonda por poco me da por detras un ford focus (que casualidad), lluvia durante el viaje, unos vinos después. Nada importante, porque todavía tenía tu sonrisa en mi mente y tus besos saltaban por mi cuerpo y me hacían gritar como una loca, allá, por donde tú sabes.
Intento olvidarme del gorro y del frío pero es dificil, deprisa andamos hasta el cajero que está en la plaza del pilar y veo unos puestos, en uno de ellos de lee: "Cristal Checo". Mi mente simple, cree que se trata de copas, vasos, vajilla. Más tarde, mi hemana me explicara entre risas y collejas imaginarias, que se trata de joyas hechas de ese cristal, yo tambien me precato de ello al ver que en el puesto no hay copas, vasos, platos de cristal...
Pero eso fue después, antes vamos a Zara, me he empeñado en comprarme una blusa como la del que toca el hamond de los Sunday Drivers, y me mente simple cree que en zara hay.
Casi casi, hay una que se parece pero es semitransparente, pero no. Me pruebo otras dos pero no me veo y no me ven, yo la quiero con rayas negras y verde oscuro. hay otra que se parece pero no hay de mi talla, vaya mierda.
De todas formas mi hemana hace la carga: Blusas, pantalones, una falda. es curioso pero en la seccion de chicas veo las blusas que me gustaban, solo que con mucho escote y un tanto raras de cintura. Tambien veo una camisa retro chula que te cagas pero tambien de chica. Mi hermana me dice que tengo unos gustos muy raros, yo sonrío y me digo que no sabe bien lo que me gusta perderme entre tus piernas e indagar con mi lengua todos los recodos de tu Toto; la sonrisa se me ensancha.
Salimos de Zara, vamos a Springfield por si acaso pero nada, solo el pijama ese del que te hablé una vez, ¿y como voy a salir de fiesta en pijama? Me cago en diez. Vamos a Sfera y Factory, nada de nada, esta visto que me quedo sin mi camisa a rayas horizontales verdes y negras.
Nos acercamos entonces a los puestos de cristal Checo, descubro lo que dije antes, vemos cosas y me quedo prendado de un calendario azteca, lo compro, es el de la foto; el vendedor me dice que tiene mas cosas y yo le respondo que lo sé, pero que me conformo con el calendario azteca. Mi hermana me advierte.
"No compres el verde compra el otro". Yo le pregunto de que color es, porque creo que es ocre, pero ella me dice que es tostado y yo con los colores no me llevo bien. Todavía no sé de que color es mi coche.
Pues eso, compro el calendario, en estos momentos le acabo de echar una mirada. Me gusta, ya solo me falta un cuadro de la Monroe o la Herburm para que esta habitación complazca mis sentidos tanto como tus besos, aunque en el fondo sé que eso es imposible.
Al salir de la Plaza del Pilar, pasamos por el ayuntamiento, yo me iba para un sitio y mi hemana para otro, ya me había equivocado de dirección, por ahí no estaba el coche. Muy cierto, iba haca una heladería donde ponen la horchata más rica del mundo. Antes de que mi hemana dijese que me había equivocado, se me acabo el frío, y me salio una sonrisa al pensar, que en esa heladeria, descubrí que dentro de mi estomago vivían picachus que me inflaban a descargas cada vez que me sonreías.
Luego, compramos pasteles para las niñas, una peluca, un paraguas, en una rotonda por poco me da por detras un ford focus (que casualidad), lluvia durante el viaje, unos vinos después. Nada importante, porque todavía tenía tu sonrisa en mi mente y tus besos saltaban por mi cuerpo y me hacían gritar como una loca, allá, por donde tú sabes.
canción: stereophonics - pedalpusher