Me casaré cuando me enamore, pero no por miedo. No por miedo a quedarme solo o sin dinero.
Y si me engaña sabré perdonar, y si me cuida podré enfermar, y si vienen niños, Dios proveerá y si no hay dinero, pues no habrá dinero. Y si es aburrido yo lo haré divertido.
Me entregaré cuando esté seguro de que quiero hacerlo. Quiero hacerlo aunque este cansado de que pase el tiempo.
Y si me engaña sabré perdonar, y si me cuida podré enfermar, y si vienen niños, Dios proveerá y si no hay dinero, pues no habrá dinero. Y si es aburrido yo lo haré divertido.
Hoy que es domingo y tengo el estómago mal por ingerir anoche demasiado alcohol, mientras escucho el último disco de deluxe, me he acordado de la tranquilidad de no hacer nada y me ha sentado tan bien que me han salido tres estrofas con las que espero provocar una sonrisa tierna, un nublar de ojos, un abrazo con las mejores intenciones, un recuerdo perdurable, una imagen indeleble en mi cerebro cada 13 de abril. Hoy que es domingo nublado de tormenta me siento sereno e imagino, como con la nariz tan roja y los ojillos cerrados, se levanta de la cama y se los frota con las manos. Y detrás llegan los brazos que se estiran hasta el cielo donde vuelan los microbios que ponen la nariz roja.
